El miércoles de ceniza nos marca el inicio de la cuaresma, durante la cual la gastronomía nos ofrece platos y dulces típicos de esta época. En Cataluña con la llegada del primer día de cuaresma las pastelerías, panaderías y cocinas se llenan de buñuelos de viento.
Este mes Memòries d’una cuinera, nos ha propuesto preparar buñuelos. Gracias a esta propuesta por fin me he decidido a prepararlos en casa, siguiendo la receta de Miquel.
Ingredientes
150 gr de harina de repostería
125 gr de leche
125 gr de agua
120 gr de mantequilla
5 o 6 huevos grandes
un pellizco de sal
1 cucharadita de azúcar
azúcar para espolvorear los buñuelos
aceite de girasol para freír

Preparación

En un cazo ponemos la leche, el agua, la mantequilla, el azúcar y la sal, lo llevamos a ebullición, cuando rompa a hervir añadimos toda la harina de una vez, removiendo constantemente hasta que quede bien integrada. Retirar del fuego.
Añadir el primer huevo ligeramente batido, remover hasta que este bien integrado con la masa, así sucesivamente con el resto de los huevos. Ha de quedar una masa fina y cremosa, mirar aquí.
Ponemos la masa en una manga pastelera.
En un cazo ponemos el aceite a calentar, a fuego moderado, cogemos la manga pastelera y vamos cortando con la ayuda de un cuchillo, porciones de masa. No llenar mucho el cazo, por que la masa se ha de inflar y necesitan espacio para poder moverse. Cuando estén dorados los vamos retirando y dejando encima de papel absorbente de cocina.
En un bol ponemos azúcar y vamos pasando los buñuelos para que queden bien cubiertos, haciéndolos rodar, se ha de hacer mientras están calientes para que el azúcar se adhiera bien al buñuelo.
Se pueden comer calientes o fríos.