Todas las estaciones tienen su lado bonito, pero el otoño para mi es la mejor época del año. Me llena de vitalidad, me apetece hacer muchas más cosas, salir a pasear, disfrutar de ese fresco matinal que hace necesario llevar chaqueta, el calorcito soportable durante las horas del sol, y a la noche ya puedes disfrutar del sofá con una manta ligera.
Y en la cocina, todo fluye, apetece mucho más cocinar, encender el horno para hornear cosas ricas y que el aroma inunde la casa.
Ahora hacía mucho, mucho tiempo que no horneaba nada de repostería y os aseguro que estos muffins son toda una delicia.

 

Ingredientes
para 12 muffins
200 ml de leche de avena
1 manzana
90 gr de azúcar de coco (puede ser azúcar moreno)
80 gr de copos de avena
80 gr de harina de trigo
75 ml de aceite de coco o vegetal
10 gr de impulsor químico Royal
2 huevos M
una pizca de sal
1 cucharadita de canela (o a gusto)

Preparación

En un bol tamizamos la harina de trigo junto con la levadura, añadimos los copos de avena, la pizca de sal, el azúcar y la canela, mezclamos muy bien.
En otro bol mezclamos los huevos junto con la leche de avena y el aceite de coco (o vegetal), mezclar lo justo.
Incorporamos la mezcla de huevo y leche al bol donde tenemos los ingredientes secos, mezclamos bien con la ayuda de una espátula. Dejamos reposar durante 30 minutos en el frigorífico para que la avena se hidrate bien.
Precalentamos el horno a 180º
Preparamos las cápsulas para muffins.
Pelamos la manzana y cortamos a dados pequeños, los incorporamos a la mezcla.
Con la ayuda de una cuchara de helados (o cuchara) rellenamos 3/4 partes de las cápsulas.
Horneamos durante 30 minutos a 180º.
Antes de retirar del horno comprobamos si la masa está cocida con la ayuda de un  palillo.
Dejamos enfriar sobre una rejilla y a disfrutarlos.

Esta receta la encontré en Quaker.