Hay combinaciones que combinan perfectamente, uvas y queso por ejemplo, pero hay una combinación dulce-amargo que para mi es irresistible y esta es naranja con chocolate. Así que imaginaros este pequeño bocado, es perfecto para acompañar un café o un té a media tarde.
Y como estos días de fiesta en que las sobremesas son largas,  os propongo este bocado para presentar a la hora del té o café a vuestros invitados y estoy segura que les va a gustar.
Esta receta es del blog de Dolorss.

 

 

Ingredientes
3 naranjas de mesa medianas
agua para cubrir las naranjas
400 gr de azúcar
200 ml de agua para el almíbar

Preparación

Poner en una cazuela baja y ancha agua a hervir.
Mientras lavamos muy bien las naranjas y con un cuchillo afilado cortamos las naranjas a rodajas, desechamos los extremos. Escaldarlas unos minutos en el agua hirviendo para que pierdan el amargor de la piel. Escurrir y reservar.
Tirar el agua. Poner el agua para el almíbar junto con el azúcar en la cazuela, remover para que el azúcar se disuelva bien en el agua, cuando rompa a hervir introducimos las rodajas de naranja y las tendremos durante 1 hora a fuego suave, no tocarlas durante la cocción basta con agitar suavemente la cazuela y ya esta.
Las pondremos a escurrir sobre una rejilla.
Mientras prepararemos la bandeja para el horno con papel sulfurizado. Pondremos las rodajas y hornearemos durante 15 minutos a 150º.
Dejar enfriar completamente sobre una rejilla. Yo las he dejado toda la noche.
Calentar siguiendo las instrucciones de la tarrina de fondue chocolate de Nestlé. Cuando este listo, sumergir la mitad de la naranja ( podéis hacer las rodajas enteras o cortarlas a medios gajos como yo) en la tarrina y dejar secar en la rejilla.
Una vez estén listas, guardar en una caja metálica o bote de cristal, yo entre rodaja y rodaja he puesto un trozo pequeño de papel de horno para que no se enganchen.
Se mantienen bien durante 10 días…pero no van a  durar, es imposible a resistirse a coger una para acompañar el café.