El crumble es de origen anglosajón, es un pastel de frutas cubierto por una mezcla de harina, azúcar y mantequilla, que cocinaremos en el horno.
Durante la cocción la fruta se reblandece y la masa se va endureciendo y formando una capa crujiente.
Puede comerse caliente o frío y se puede acompañar de helado, jugando con las texturas.


En la mezcla de fruta es conveniente poner un poco de harina para que absorba el agua de la fruta, de esta forma evita que el crumble se empampe de agua y nos quede una masa blanda en lugar de crujiente.

Ingredientes
para el crumble
150 gr de harina
70 gr de harina de almendras
40 gr de copos de avena
100 gr de mantequilla bien fría cortada a dados
100 gr de azúcar
50 gr de coco deshidratado en polvo
para el relleno
500 gr de fresas
1 cucharada de harina
50 gr de azúcar
1 cucharadita de zumo de limón


Preparación

Preparamos primero la masa crujiente.
En un bol ponemos todos los ingredientes y mezclamos con las manos, hasta que se formen migas. Las dejamos reposar en el frigorífico durante 30 minutos.
Precalentamos el horno a 200º.
Lavamos las fresas, retiramos el pedúnculo y troceamos.
Mezclamos las fresas, junto con el azúcar, el zumo de limón y la harina en un bol.
Repartimos las fresas en el molde o moldes que vayamos a utilizar.
Cubrimos con la masa que teníamos reservada en el frigorífico.
Horneamos durante 30 minutos a 200º o hasta que esté dorado.
Servimos caliente o frío.

Receta de Food and Cook.

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